MONSEÑOR JOSE MASNINI DE CORNATI
Monseñor José Santo Antonio Leopoldo Masnini De Cornati nacido el 31 de octubre de 1843 en Belgioioso, cerca de Pavia; vivió en la última mitad del siglo 19, un período histórico en el que se produjo: la unificación de Italia, la caída del poder papal, las tensiones entre la Iglesia y el Estado y, no menos importante, los resultados tristes y difíciles de la revolución la industria, incluidas las condiciones de miseria en que vivía el proletariado, a causa de la explotación de los capitalistas.
El problema de la alfabetización fue uno de los más urgentes en la sociedad y es por esta razón que en el siglo XIX hay un florecimiento de los institutos religiosos, con el objetivo de criar y educar no sólo a los hijos de la clase media, sino también a los del proletariado. Monseñor Masnini advierte los problemas de su tiempo y se ha comprometido a aportar su contribución a la solución de ellos. Como un seminarista, con tan solo 17 años, es director del oratorio de San Dalmazio y de la Piadosa Cámara de Industria y hospitalización en Pavía, cuyo propósito era albergar a los niños pobres y proveer a su educación básica. A partir de los escritos enviados y recibidos por estos jóvenes, en los períodos en que estaba lejos, emergen las exhortaciones continuas a ser buenos, el respeto a los superiores, el amor de Dios, a la Virgen María, a San José y a todos los santos, especialmente hacia San Luis, de quien - dice el seminarista Masnini - deben imitar la pureza de corazón y practicar la mortificación cristiana. El 19 de enero de, 1868 fue ordenado sacerdote, en Milán; luego se trasladó a la diócesis de Casale Monferrato, donde ya desde 1867 era secretario del obispo, Monseñor Pietro Maria Ferré, y es también el Fiscal General, Canciller y Director del obispo.
1862. El Clérigo Masnini Aquí, sin dejar de lado sus muchas actividades, abrió un pequeño taller, alentado por el Papa Pío IX, debido a que la diócesis había desaparecido. Y "Este es otro trabajo que se mantendrá siempre en el corazón: la apertura del seminario, sobre todo para los que tenían pocos recursos económicos para asistir a estos estudios. También durante este período, entre 1870 y 1880, hay una correspondencia entre Monseñor Masnini y Don Bosco. Habiendo tanto la atención acerca de la educación de los jóvenes, Don Bosco le estaba cuestionando, en algunas circunstancias, para ayudarle a resolver algunas situaciones problemáticas. En una carta que Don Bosco le envió desde Vignale, entre otras cosas, le recuerda una frase que dice: "Si me quedara absuelto del cargo actual volaría pronto entre los salesianos. Por lo tanto, dijo varias veces. Ahora bien, ¿Cuándo viene? Su habitación está lista... ". Este documento revela que Monseñor Masnini Además de la vocación al sacerdocio, a la que ya se había unido, sintió la llamada a la vida consagrada, y se planteaba, entre sus muchas actividades, la oportunidad de unirse a un instituto similar a su espiritualidad. Pero como se suele decir: El hombre propone y Dios dispone! En 1883 fue invitado a Piacenza por el obispo y amigo, Monseñor Juan Bautista Scalabrini, para abrir un internado de la universidad para la educación de los clérigos pobres: El Colegio Nazareno; Llamado después por sus alumnos, "Instituto Masnini". El objetivo de esta formación es fomentar las vocaciones eclesiásticas, ayudando a aquellos que carecen de medios. Hay muchas inscripciones en el Colegio Nazareno y Monseñor Masnini necesita ayuda.; También necesita un personal apto, encargado de las tareas que normalmente están reservadas para las religiosas en los internados de la iglesia y seminarios. Monseñor Masnini tiene, por lo tanto, la intuición de fundar una familia religiosa que le ayude en este trabajo. Y es así que funda a las "Hermanas Siervas del Santuario” hijas de adoración y de trabajo para parecerse a su esposo Jesús. El carisma del Instituto es: "Vivir el amor de Dios a imitación de María, la primera Sierva del Señor y Madre de la Iglesia, a través de la oración y el trabajo en el servicio humilde a los hermanos". Algunos guardan el recuerdo de las primeras hermanas y argumentan que, cuando tenían que cuidar a alguien enfermo, lo hacían por partida doble ejerciendo la " vocación de Siervas del santuario ", cuidando tanto el santuario del cuerpo como del alma. En 1891, Monseñor Masnini dejó la dirección del Colegio de Piacenza, y con la ayuda de las religiosas fundadas por él, abre una pequeña universidad eclesiástica para los clérigos pobres, en Borgo San Donnino (ahora Fidenza). En 1893, siempre junto a sus hijas espirituales, Monseñor Masnini está laborando en el taller de Barletta, en Apulia, que estaba en peligro de ser cerrado por falta de fondos. En 1895 se lleva a Terlizzi, siempre en Puglia, un grupo de las Siervas del Santuario, para que le ayuden en la dirección y gestión del asilo el cual funcionó, durante un primer período, en el antiguo convento de los capuchinos.
LUCIANA SOLORZANO 10.MO
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